Las guindillas en vinagre suelen ser el acompañante perfecto para cualquier estofado, con lentejas, garbanzos, alubias, o incluso en cocidos. El problema es que no siempre las tenemos a mano y, cuando están, muchas veces están pasadas y no tienen la calidad que deberían. Lo mejor, como casi todo, es hacerlas en casa… Verás cómo se convierten en unas aliadas insustituibles.